lunes, 18 de agosto de 2014

Capitán Roque Castro Barreiro --- CUENTO ---

Las cartas personales que siguen fueron rescatadas de un contenedor de basura en el año 2006 en Escocia junto con otros pertrechos y rezagos militares menores de la guerra de Malvinas, que se encontraron al poner a la venta un galpón abandonado que perteneció durante años a la familia de Andrew McAlveys. 
Llegaron a las redes sociales recién en el año 2011 a través de un reportero del Daily Independent irlandés, que intentó indagar y conocer sin mucho éxito la historia del soldado Daniel Sergio Figueroas.
Esperamos que la publicación de las mismas sirva para reconstruir las pequeñas historias de tantos otros soldados desconocidos que lucharon en la guerra del Atlántico Sur.

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Jueves 6 de Mayo de 1982

Vieja, te escribo estas líneas sin saber si recibiste las cartas anteriores. No tengo noticias de ustedes, espero que ustedes sí tengan de mí. Por las dudas les cuento que estoy finalmente en Malvinas, ahora cerca de Monte Longdon, que queda por algún lado de estas islas, no sé si ya los rebautizaron pero acá se conocen con ese nombre, que encima no sé bien como se escribe, tampoco tengo en claro si estamos en la Gran Malvina o en la Soledad.

Viejita, debés estar viendo noticias de los ataques de los ingleses y seguro estaras sufriendo y puteando a los milicos, pero quedate tranquila que estoy bien. Esto se dio así, la verdad no es culpa de nadie. No pudimos hablar mucho cuando me llamaron para la colimba, las gestiones que hizo el Padre Antonio para hacerme zafar seguramente se vieron complicadas por todo este kilombo que terminó con que ahora yo esté acá, y ustedes allá.

Ya sufriste mucho con todo el problema del Quique, la familia se hizo mierda, el viejo pobre no pudo superarlo, y ahora encima te vengo yo con todo esto para complicar más la cosa, por eso te digo, en serio, quedate tranquila que acá estamos bien.

Por favor vieja, acordáte que no estás sola, nos tenés a Beto (que espero te esté yendo a visitar seguido, mandále un abrazo a ese turro, le tengo que escribir a él también y a Mariana) y me tenés a mí, que espero verte pronto. No sufras vieja, yo estoy bien, y en algún lado pensá que está el Quique.

No voy contarte detalles pesados de todo esto pero voy a tratar de escribir seguido para que tengas noticias mías. Solo te cuento por si todavía no recibiste ninguna carta (esta es la tercera que mando) que después de una corta instrucción como le llaman los milicos en Bahía, nos llevaron a Gallegos y de ahí vinimos para acá directamente.

Tuvimos una parada de dos días en Gallegos desde donde escribí la última carta. La verdad que por un lado pienso en ustedes, en vos y como estarás viviendo todo esto, y quisiera estar allá en casa, empezando la facultad, o laburando en algo, ayudándote, pero el hecho de estar acá también me motiva, esto es hacer historia, es ayudar al país, a mi patria. Es jodido ya lo sé, esto no es joda, pero como dice el Capitán el país nos pide este esfuerzo, y se lo tenemos que dar, que le vamos a hacer.

Me hice de algunos amigos, acá estamos todos en la misma y este tipo que mencioné, el Capitán (Castro se llama), me trató bastante bien en el poco tiempo que llevo en el ejército, incluso en esa especie de instrucción que nos dieron. Él es de Olavarría, del Barrio San Lorenzo me dijo, pero estuvo muchos años en Bahía y lo conoce incluso al Padre Antonio. Hasta dice que se acuerda de la ferretería del viejo, de haber pasado o incluso alguna vez ido a comprarle algo. Así que si se acuerda de la ferretería, se acuerda de casa o por lo menos conoce el barrio.

Andá a saber si es cierto, igual por las dudas no confío mucho en él, en verdad no confío en ninguno. Acá la mayoría de los soldados viejos coincide en que bastante hijo de puta. Conmigo por ahora no. Pero pasa que acá te mandás una cagada y te hacen bailar o te estaquean por cualquier boludez. Creo que algo de razón deben tener porque estamos en guerra y hay que estar atento a todo, y todos debemos estar concentrados en lo que debemos hacer y nada mas, nada de boludeces.

Lástima que no nos enseñaran más sobre Malvinas en la escuela, la verdad no se sabe nada ni de la historia ni sobre lo que hay acá. ¿Saben que la tierra se usa para calefaccionar?, es tan rica en minerales o que se yo que tiene, la cosa es que se prende fuego y aguanta un montón dando calor. La llaman turba y la usamos como leña.

Bueno, quédense tranquilos, yo estoy bien, espero que Uds también. Saben que los quiero y los extraño (ahora mucho más). Son lo único que tengo, además de Quique que siempre lo siento conmigo y ahora, que estoy solo en este baile, más todavía. Todos me dan mucha fuerza.

Un beso grande, espero verlos pronto. Escriban.

                                                                             Lito.

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Jueves 20 de Mayo de 1982

Acá estamos de nuevo, sin noticias de ninguno de ustedes, pero yo estoy bien, sigo en las cercanías de Monte Longdon, dicen que van a venir otras unidades para estos lados, y entre todos vamos a hacer un frente más grande para recibir y resistir a los ingleses que pueden venir por aca. Ojala, ya que esto se está poniendo cada vez más serio, a ver si lo terminamos pronto. Supongo que escucharán las noticias.

Por suerte nos está yendo bien, el capitán nos cuenta siempre como venimos y le estamos dando una paliza a los ingleses hijos de puta. Les volteamos un par de aviones, le hundimos unos cuantos barcos, y ellos nos están tirando con lo que tienen pero desde lejos parece. Centran los ataques desde los barcos. Esto es así.

Te cuento vieja que me siento una especie de San Martín defendiendo la Patria así que vayan preparando el recibimiento y una estatua en la placita, porque después de esto paso por casa y cruzo a libertar Chile de nuevo !! (es un chiste). Beto supongo que también leerás esto, cuidá a la vieja sin descuidar la panza de Mariana que espero esté creciendo en orden ¿Ella sigue dando clases? ¿Ya saben que es? Díganme si voy a ser tío o tía !! Tengo que saberlo, che.

Les cuento que el otro día estábamos en un bombardeo y nos dieron cerca, fue impresionante. Quedé paralizado. Es terrible, la sensación de sentir así la explosión al lado tuyo, te hace pelota los nervios, te paraliza, es algo tremendo, no se entiende nada. Por suerte nosotros zafamos, pero uno de los soldados del regimiento que está al lado de nosotros quedó literalmente hecho mierda, y otro más quedó herido de gravedad y se lo llevaron al hospital en Puerto Argentino. Nuestras carpas no sirven para nada, ahí justo cayeron las bombas, menos mal que estábamos en los pozos, mas lejos. Perdimos algunas cosas, ya que la bomba o las esquirlas no dejaron nada.

Por suerte el Capitán nos dio ánimo y nos habla de lo que el país nos pide, nos cuenta que todos nos alientan desde allá y que vamos a volver como héroes. Que esto es la guerra y que no hay que tener compasión con nadie, que cada uno debe cuidarse y cuidar al que está al lado, y que el resto no vale. Nos consiguió algunas cosas de abrigo y una carpa grande donde ahora dormimos siete todos juntos. Podemos decir que nos cuida bastante. Él también se cuida mucho, parece que la tiene clara. A mi no me parece que sea tan turro como dicen.

Cada tanto hablamos de Bahía y eso me hace sentir un poco más cerca de casa. Parece un buen tipo, a veces me da la impresión de conocerlo de antes, es bastante campechano, acá tenemos que pasar mucho tiempo juntos y todos dependemos de todos. Pero como buen milico tiene las suyas, y cuando se pone loco, grita como un trastornado, pero acá no te podés dar el lujo de analizar mucho las cosas. Hay que estar contento por cada día que pasa y por estar al otro día defendiendo la patria. La cosa es que los días van pasando, los ingleses siguen jodiendo. Nosotros también les damos, no se la van a llevar de arriba y esperamos hacerlos mierda pronto.

Les mando un beso grande a todos, y si pueden escríbanme, y díganle a los chicos del club que también lo hagan, sería bueno recibir noticias del barrio y de esa manga de turros. A veces pienso que hace menos de dos meses estaba boludeando allá en Bahía y ahora estoy en medio de una guerra. Es una cosa de locos. Bueno por hoy los dejo.

Hasta pronto, los quiero mucho.

                                                                             Dani.
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Viernes 28 de Mayo de 1982

Bueno Má, sabrán que las cosas no nos están yendo ni tan bien ni tan mal como uno quisiera, esto se está poniendo cada vez mas complicado, pero yo no estoy mal, te lo juro, creéme. Quedate tranquila, no estoy diciendo esto porque sí, en realidad estamos bien, dentro de lo que se puede. No todo es como en las películas, ni estas todo el día tirando tiros.

A esta altura el frío ya no se siente, respecto a la comida que siempre te preocupó, nos vamos arreglando con lo que tenemos (como extraño las milanesas con papas fritas, o el asado al horno que me hacías y que de boludo nomás me quejaba y dejaba algún pedazo en el plato).

Esto parecía algo sencillo pero es una guerra con todas las letras, los mismos milicos se asombran de lo que está pasando. Me doy cuenta de lo mucho que los necesito, y los extraño. Y eso también me da fuerzas para soportar esto y poder estar bien para verlos pronto y contarles todo esto allá en Bahía.

Por la comida, les cuento que hace dos días hicieron cagar una oveja y nos la mandamos, casi casi nos la morfábamos cruda. La cosa es que hay un sargento (que fue el que dirigió la operación para agarrarla) que la verdad se jugó y le salió un asado genial. Si bien hicieron el reparto entre ellos primero (los milicos), a los soldados algo nos tocó, y nos pareció un manjar, no importaba si estaba crudo, cocido o quemado, si era la oreja o la pata. Comparado con las raciones de combate eso fue un lujo.

Si bien esto cada vez está mas complicado, como verán puedo seguir escribiendo (sigo sin noticias de ustedes, supongo que escriben y sé que el correo debe ser un kilombo) y les repito (sobre todo para vos viejita): el ánimo es bueno y estoy bien. Parece que le estamos peleando de igual a igual a los ingleses con lo poco que tenemos, huevos no vamos a dejar de ponerle, llegaron hasta acá nomás y vienen por más, pero esperamos hacer que se vayan con las manos vacías (o en cajas o en bolsas). Nos comentaba el Capitán que atrás de los ingleses está la OTAN y que hasta parece que los Estados Unidos los están apoyando, o sea que somos indios pero le complicamos la vida. Ojalá que Rusia no nos apoye directamente porque entonces (también según lo que nos dice el Capitán) esto puede terminar en una guerra mundial, pero que Cuba y Brasil están con nosotros.

Recibimos algunas cartas que manda la gente del continente, nos dan ánimo, nos mandan chistes, pero esto es jodido y extraño mucho el saber como están ustedes; vos vieja, vos Beto, Mariana y su panza, la barra del club (No tengo noticias de Olimpo, ¿están jugando? ¿Cómo va? ¿”el laucha” sigue haciendo goles? Dicen que el Mundial se hace y que Argentina vá, es cierto ¿?, aca no sabemos nada). A otros soldados algunas cartas de sus familias les llegan y algo les cuentas, pero hasta ahora yo no tuve esa suerte.

Siempre pienso en que si hubiera estado vivo el viejo, se moría con esto de que yo esté en la guerra, justo él que odiaba a los milicos. Bueno en realidad con lo que pasó con Quique no lo culpo. Yo mismo no me perdono no haber podido hacer nada por defenderlo, aunque era muy pendejo. Ahora siento que aunque tenía doce años algo debí haber hecho. Me vuelve loco esa idea. Seguro que si era al revés el Quique hubiera saltado por mí.

La otra vez hablando con el Capitán algo dije que tenía un hermano desaparecido, y me parece que no le gustó una mierda, enseguida cambió de tema. Antes me había dicho que él cuando estuvo destinado en Bahía hace como ocho años trabajó con la policía y que en ese momento era Teniente o Subteniente. Pero se nota que no le gusta hablar del tema y además, desde que dije eso, a mi me parece que el trato ya no es el mismo. Los otros soldados me dicen que no que soy yo, y que él es así de hijo de puta con todos como siempre. La verdad que si estuvo en la policía quería tirarle el dato porque a lo mejor él conoce a alguien que nos pueda averiguar algo, pero no me animé a seguir hablando del tema.

Vieja espero, y realmente necesito, que estés bien para cuando vuelva, así que no te me deprimas yo estoy bien, entero, con ánimo. Vos tenés que estar bien también para cuando vuelva hacemos una linda joda en Bahía. Siempre dice el Capitán Castro que aunque mucho uno no crea, es bueno ir a la iglesia y hablando el otro día de casa, me dijo que vayan a hablar con el Padre Antonio, que es un buen tipo. Te dije que lo conocía; dice que es bueno para dar ánimo y para hablar de estos temas, que ayuda mucho a la gente, que él tiene contactos con los milicos y que pasó también por momentos jodidos (andá a saber que le pasó). A nosotros me olvidé de contarles, antes de cruzar para acá nos bendijeron los “fales”, una cosa de locos, no ¿?

Con el Capitán hay otro subteniente que me parece que en realidad es bastante cagón, que se ampara en el uniforme pero que esto de la guerra le dá bastante miedo y lo tiene bastante alterado. Grita como loco todo el día, el capitán lo jode y nos dice que no le demos mucha bola.

Esperamos un pronto desenlace para que esto y que no se estire mucho más. Sabrán que está muriendo gente, mas del lado de ellos que del nuestro según nos dicen. No sabemos cuál será el final, pero igual le estamos poniendo huevos, garra, y no vamos a bajar los brazos. Ingleses de mierda que se vuelvan a su isla, y que nos dejen de joder de una vez en las nuestras.

Los quiero de verdad, espero verlos muy pronto, se extrañan. Viejita, te envío un beso enorme, y vos Beto, jugate y escribite unas líneas.

                                                                             Daniel

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Miércoles 2 de Junio de 1982

Vieja, Beto, Mariana, y todos, esto está bastante feo, nos vienen cagando a palos, las noticias que llegan son una mierda pues parece que de ambos lados hay muchos muertos y heridos. No sé que dirá la tele allá, acá las noticias vienen de partes oficiales y si bien nos dan ganando, la cosa se pone brava.

Escribo estas líneas que tuve que interrumpir varias veces, (menos mal que no le pongo fecha a la carta hasta que la mando) para decirles que a pesar de todo estoy bien. Ahora estoy de nuevo en otro de los tantos descansos que nos dan los ingleses entre ataque y ataque, que son cada vez más seguidos y cada vez más potentes.

Tenemos bastantes municiones y nos replegamos un poco hacia atrás de una especie de colina porque recibimos fuego enemigo y parece que seremos la barrera hacia su avance sobre Puerto Argentino. Sufrimos algunas bajas, dos soldados de los que me había hecho amigo murieron ayer, cosa que me hizo literalmente pelota. Tenemos apoyo de diversos regimientos, formamos una fuerza común para defender las posiciones, porque la cosa está pesada, pero así y todo el panorama es duro pero no para desesperar.

Todavía estoy bien, como verán cada vez que puedo escribo un poco, hasta ahora no recibí ninguna carta de ustedes, pero espero que ustedes sí hayan recibido las mías anteriores. Los extraño mucho y si bien que sé que estamos haciendo lo correcto, y que el país necesita de nuestro esfuerzo, les juro que hay muchas veces que me agarran unas ganas bárbaras de estar allá en el barrio. Pero acá estoy, y voy a poner lo mejor de mí en esta causa.

Les voy a contar algo que me pasó el otro día y que me hizo demorar el envío de esta carta. Resulta que la otra noche estábamos todos medio locos entre bombas y tiros varios que nos daban los ingleses todo el santo día, y no sé si fue la falta de sueño, el clima y demás yerbas, la cosa es que uno de los soldados que está acá con nosotros (que es del 8 de Infantería) en un momento de pánico o de locura, salió corriendo del pozo y disparando al aire, y en verdad armó un despelote bárbaro porque se llevó por delante a un Cabo y hasta nos puso en peligro a los otros cuatro que estábamos defendiéndonos en ese momento por ir a buscarlo. La cosa es que el Capitán Castro se puso como loco y supongo que para dar el ejemplo y evitar que se repitan estas cosas, o porque a él también le dio miedo y lo sorprendió la acción de Lombardo (así se llama el soldado) la cuestión es que se sacó, se puso como loco, poseído, y se abalanzó sobre el cuerpo caído del pobre pibe. Y ahí, casi desencajado, le gritó con todo el odio y el desprecio que pienso puede ser capaz de reflejar una persona: “Levantáte marica” hizo un espacio “Levantáte y peleá maricón…. cagón….. puto”.

Así, tal cual, las mismas palabras, y en el mismo orden, y con los mismos espacios, y con bastantes parecidas patadas en el estómago y en la espalda mientras las decía que cuando se lo llevaron a Quique de casa. Me quedé helado. Fue volver a vivir el mismo terror paralizante que sentí aquella vez cuando quedé encerrado en el lavadero hace más de seis años.

Se le fueron varios encima a Castro para pararlo porque parecía que lo mataba ahí mismo; por suerte no pasó nada, yo me quedé sin saber que hacer. Fue una cosa muy fuerte para mí, dentro de otra cosa terrible como era el bombardeo en ese momento y dentro del recuerdo de aquel día.

Aquella vez cuando se llevaban a Quique, ya se los conté varias veces a ustedes y al psicólogo, estaba paralizado de miedo, sentía que quería llorar y gritar, golpear a aquel milico que le estaba pegando a mi hermano, y que no pude, no pude hacer nada. Ahora fue distinto, no quería llorar, solo me paralicé, la mente se me puso en blanco, (o en negro) y parecía que estaba en un pozo muy, muy hondo totalmente oscuro y en el que no podía ver nada. Sentía que mis ojos estaban abiertos pero no puedo decir que veía algo, solo escuchaba, retumbando, lejanas, cercanas, las palabras, los gritos de Castro, como en cámara lenta. Desaparecieron las bombas, los gritos, los disparos, por un instante todo era “Levantáte marica” por un instante sentí como que me estaba muriendo, “Levantáte y peleá, maricón…” y ahí sentí deseos de matar a Castro, “…cagón, ….puto.”, por un momento creí que podía salvar a Lombardo, creí que podía salvar a Quique. Todo muy raro, todo en un instante, pero un instante en el que resurgió algo que pensé que a lo largo de estos años tenía superado. La angustia fue enorme, me quemó la cabeza, me hizo revivir uno de los peores momentos de mi vida (el otro fue cuando pasó lo del viejo).

Bueno la cosa es que quería compartirlo con alguien porque no desde ese día no me siento como antes, y quiero poner mi cabeza en orden, solo quiero pensar en los ingleses de mierda que nos tiran con todo lo que tienen. Perdonen por revivir esto de nuevo, perdón viejita, pero desde ese momento estoy bastante confundido. Esto que les cuento pasó el domingo y no sé si pasó o me lo imaginé, lo hablé con otro soldado y la verdad que él no le dio bola a lo que se dijo, solo quería separar a Lombardo para que dejen de pegarle.

Aún estoy confundido, sé que la patria me pide estar concentrado en su defensa, no me puedo dar el lujo de pensar en otra cosa, que es lo que el Capitán nos repite siempre. Los voy a dejar por hoy, les mando besos y saludos a todos. 

Hasta pronto, espero recibir algunas líneas de ustedes.

                                                                             Lito.

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Martes 8 de Junio de 1982

Familia, ¿Cómo están allá, tan lejos de estas tierras patrias? Ojala pudiera utilizar un teléfono para llamar y hablar un rato con ustedes. Esto de la guerra me tiene bastante podrido, yo estoy bien de salud y cabeza. No la estamos pasando de arriba, pero hay otros que están mucho peor, así que no me quejo. Escribo pero no sé si algo les llegará porque sigo sin recibir nada de ustedes.

Parece que les hundimos un par de barcos mas y seguimos derribándoles aviones casi todos los días, pero estos hijos de puta siguen con la idea fija. Parece mentira, están tan lejos de su país (claro que para ellos esto también es su país) y sin embargo sacan aviones de cualquier lado, se vinieron con todo. Que la OTAN, que Estados Unidos, que Chile, acá llegan versiones que parece que los apoya medio mundo, ¿y a nosotros?, ¿hay alguien con nosotros? Cuba nos mandó algo ¿? El Capitán nos dijo que Rusia nos apoya a través de Cuba Y que parece que Perú también ¿es cierto eso?.

Me acuerdo cuando hace apenas unas semanas, unos días, el propio Capitán y hasta el Teniente Coronel decían que los Ingleses venían para hacer circo, que no iban a desembarcar,  que seguro no iban a combatir, que iban a dejar todo en manos de la ONU. Ahora suena como cosa de boludos, ¿no?. También dicen que esto no puede durar mucho salvo que se “continentalice” la guerra o que incluso se puede armar una tercera mundial si Rusia manda misiles ¿se habla de esto allá? Esto es un ir y venir de versiones y bolas interminables, algunas muy locas pero acá no se descarta nada. También dicen que en una de esas Chile se prende y nos ataca y toma la Patagonia. Sería lo máximo.

Pero bueno, sigo entero, incluso estoy un poco mas en forma, se nota que bajé unos kilos porque el cinturón cada vez parece más grande, así que cuando vuelva a Bahía voy a patentar la dieta Malvinas Argentinas y nos hacemos unos mangos. El otro día salió el sol y parece que hasta los ingleses se tomaron un respiro. Igual siempre bombardean de noche para no dejarnos descansar, según nos dice el capitán esto es normal en una guerra. Quisiera saber que les tiramos nosotros a sus barcos. Igual quien puede descansar en estas condiciones ¿no?

Vieja Dios quiera que estés tranquila, por favor no te des manija, no te preocupes, te escribo cada tanto para que veas que estoy bien, ojala te estén llegando las cartas. Desde acá parece que salen e incluso a algunos muchachos le llegaron algunas encomiendas. A veces no sé que contarles ya que esto es bastante monótono, pero el hecho de escribirles y contarles algo me acerca un poco a Uds y me dá mas ánimo y más ganas de volver a verlos. La panza de Mariana ¿cómo anda? Beto ¿te das algunas vueltas por casa? ¿Olimpo ganó algún partido?. ¿Hay alguna novedad de los muchachos?.

Anteayer estuve mucho tiempo hablando con Castro, el capitán, por lo de Quique. Me animé y le conté cómo se hizo mierda la familia, y de lo que sufrimos todos por no saber que había pasado con él. Me contó que en realidad mucha gente no lo sabe, pero que también hubo una guerra interna, que hubo mucha gente, estudiantes como Quique incluso, que se dejaron influenciar por mala gente, políticos, sindicalistas, que los convencieron de poner bombas y que atentaban contra la Argentina. Que ellos querían destruir al país, que eran terroristas a los que no les importa matar inocentes, o comunistas que solo pensaban en destruir la sociedad. Se ve que el tema lo incomoda, pero la verdad es que conmigo habló bien y el otro día se aflojó.

También me contó que a muchos los pusieron presos, y a otros les dieron un tratamiento, que les hicieron como una reconversión, para abrirles los ojos y que vean lo que estaban haciendo. Que luego para protegerlos los llevaron incluso a otras provincias y que hay muchos también que fueron llevados al exterior.  También me dijo que hubo (y hay) grupos de terroristas que se disfrazan de militares o de policías y salen a matar gente para que los culpen a ellos. La verdad yo desconocía todo esto,. ¿Ustedes sabían algo de esto? Yo era mas chico y la verdad después de lo de papá no se habló mucho mas del tema en casa.

La cosa que justo acá me vengo a enterar de todo este lío. Si fue por algo así, con Quique o se confundieron de persona o este tipo está hablando boludeces porque Quique que yo sepa no andaba en cosas raras, y menos en joderle la vida a alguien. Si bien no era un traga, de güacho no tenía nada.

Bueno, querida familia, muy larga la carta, así que hasta pronto, los quiero mucho y espero verlos dentro de muy, muy poco. Besos.

                                                                             Daniel.

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Viernes 11 de Junio de 1982

Hola familia, acá yo de nuevo desde las Islas, reportándose el soldado Daniel Sergio Figueroas. Les cuento que nos trasladaron mas cerca de la ciudad, a un lugar llamado Moody Brook o algo así. La cosa está bastante complicada para ambos bandos, los ingleses siguen avanzando, pero acá les seguimos resistiendo. En este nuevo sitio, tampoco se está tranquilo pero de eso se trata la guerra.

Como verán tengo papel y birome, ganas y posibilidad de escribirles, lo cual es un buen síntoma. Tengo ganas (muchas ganas) de hablar con ustedes y sobre todo de verlos, el ánimo anda mejor, mucho mejor, hoy me siento bien, con energía, y esperando ver que desenlace tiene todo esto. No sé si esta carta llegará a destino (supongo que no) porque dudo que el correo siga funcionando pero eso no impide que lo intente. Acá aprendimos a intentarlo todo, sea como sea. Acá nada es imposible.

  Después que mandé la carta anterior ese mismo día, por la noche, otra vez tuvimos un episodio con el Capitán Castro y con un soldado que no aguantó la presión y le agarró un ataque de pánico que lo hizo llorar y gritar como loco. Pobre flaco, la situación es extrema y hay que andar con los nervios de acero.  Y otra vez lo mismo, el Capitán sacado, agrediendo con el mismo verso y agarrando a patadas al soldado.

Pero esta vez fue distinto para mí, no tuve miedo, ni me paralicé, ni tuve ese  sentimiento de caída libre. Esta vez pude estar tranquilo. Ustedes perdonen que yo saque toda esta mierda afuera o que les haga recordar cosas de Quique, pero con alguien lo tengo que hablar y son los únicos con quien puedo hacerlo, aunque sea a la distancia y con papel. Y la verdad ya no sé si habrá oportunidad de contarles personalmente estas cosas, porque está acá se puso feo.

Esta vez estuve tranquilo, y solo pensaba en ayudar al soldado. Y así, con la cabeza fría y tomando distancia del hecho, viendo todo como desde unos metros mas lejos, entre las sombras de la noche y entre los resplandores de las bombas y los disparos, recordé perfectamente como era aquel hijo de mil putas que se llevaba de casa a Quique entre insultos, patadas y golpes. Y me imaginé al Capitán hace unos años con alguna diferencia de peso y sin el bigote que usa ahora, sin este uniforme y me dí cuenta que la coincidencia en las palabras que usa, o la coincidencia en las patadas que pega, no proviene de un procedimiento estudiado, sino que coinciden a pesar de los años porque se trata de la misma persona. Fue el Capitán Roque Castro Barreiro quien se llevó a Quique de casa. No tengo ahora ninguna duda. Por eso la sonrisa socarrona con que me contaba las cosas de los terroristas, en verdad me estaba gastando. Tremendo hijo de putas.

Les escribo porque esto me quemaba dentro mío y no sabía que hacer. Sé que la patria ahora me reclama, me necesita para otra cosa mucho más importante. Que la recuperación de las Malvinas está por encima de todo, y que tengo que dar todo por esta causa. Sé que no debo dejarme llevar por cuestiones personales en este momento, son momentos difíciles en los que hay que demostrar lo que uno vale (como decía el viejo, pobre viejo).  
Desde ya les pido perdón por la decisión, no sé que pensarán ustedes, pero ahora Malvinas en mí lo puede todo. Siento que tengo que hacer lo que el país me pide, aquello que lo mejore, que lo que me toca hacer acá es para bien de todos, para bien de ustedes, para el país entero.

Saber esto de Castro me volvió loco y me dió un poco de miedo porque estos tipos no tienen reparos. Quiero que cuando termine todo esto, lo tipos como él sean llevados a la justicia y que digan allí lo que pasó, que aclaren donde están los desaparecidos, que hicieron con ellos, y quizás podamos dar con Quique.

Ahora me tengo que concentrar en la guerra, en terminar esto de la mejor forma, en focalizarme en abatir a cuanto inglés se me ponga delante. No me faltaron las ganas de partirle el fusil en la cabeza a Castro, y vengar a Quique pero me serené y dije que eso me mandaría a la cárcel a mí y solo empeoraría las cosas.

Perdonáme Vieja por tener dudas sobre como actuar, estoy muy confundido.  El fin de la guerra supongo está cerca, no sé como va a terminar y por eso escribo esperando que esta carta les llegue. En una de ésas llego antes yo que la carta, o nunca llegamos ni la carta ni yo. No sé.

Hoy es jueves por la noche, la carta la empecé ayer y creo que mañana la despacho, no sé tampoco si todavía anda el correo. Las tachaduras son por falta de papel, y por lo dicho recién les cuento que anoche finalmente se me aclararon algunas cosas, y que tuvimos el combate mas duro desde que empezó la guerra, por eso hoy estoy más seguro que nunca que la decisión de hacer lo que Malvinas me pide es la correcta. Lo siento así y es lo único que ahora me importa. Todo sea por un país mejor.

Argentina me llamó para defenderla y ahora no puedo estar pensando en otra cosa que en Malvinas, por eso anoche Viejita, Beto, Mariana, tomé la decisión de hacer lo correcto, de jugarme entero por el país y dejar mi mente concentrada en una sola cosa: Malvinas y la Patria.
Les pido perdón por esta decisión, pero lo que hice fue para evitar que nos gane de mano un inglés, no podía dejarles a ellos ese privilegio.
No podía permitir que un inglés sea quien al final mejore nuestra sociedad haciéndola más justa, sacándonos las lacras. Nuestras cosas las solucionamos en casa, entre nosotros.
En algún lugar, Quique debe estar ahora contento y orgulloso de su hermano. Cuando sacamos el cuerpo de Castro del pozo, le encontré en el bolsillo de la campera tres cartas mías que les había escrito semanas atrás, y dos de las que ustedes me escribieron y que nunca me dió. Me las llevo conmigo para dárselas personalmente cuando esto termine o espero alguien las encuentre en mis bolsillos si me toca caer y se las lleve a ustedes.

Los quiero mucho, les mando un beso grande y espero podamos vernos en poco tiempo. 


                                                                 Lito.

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CCH 2007     

4 comentarios:

  1. Impresionante historia. Es cierto yo hice la colimba y los oficiales eran una mierda,

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  2. Impresionante historia. Es cierto yo hice la colimba y los oficiales eran una basura.

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  3. Impresionante historia, yo también fui soldado y se como son y lo que son los oficiales alli adentro,a pesar de eso exelente blog y felicitaciones y fuerzas un gran abrazo

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