martes, 15 de diciembre de 2020

Visitas a San Carlos y Darwin

San Carlos me animo a afirmar que es de los lugares más desoladores que uno pueda llegar a conocer.

Durante el lento traslado de unos 80 kilómetros desde Puerto Argentino, el paisaje es en extremo monótono y aburrido, y al llegar el viento huracanado y congelante es simplemente insoportable.

Se trata de un sitio "imposible". Un lugar "gris", del mismo gris de las imágenes sueltas con las que recordé Malvinas después de la guerra durante tantos años.

No hay mucho (casi nada) para ver. Nada para hacer. No hay “gente”. Solo casas dispersas y galpones. Algún comercio donde repararse con un café caliente, irreconocible entre la igualdad del caserío, salvo indicación previa que nos indique como llegar a ellos.

Un lugar difícil para quien no tenga bien definidas sus ganas de vivir. Podría ser algo así como “la Meca” de quienes estén dispuestos a pegarse un corchazo.

Es una excursión que se lleva casi todo un día por lo extenso y lento del recorrido, en cuyo trayecto se ven y hacen algunas paradas en algunos lugares donde se combatió (conviene llevar una vianda de viaje), y por ejemplo observar los restos de un helicóptero derribado y estratégicamente conservado para las fotos del turista.

En varias oportunidades podrán observarse, esparcidos entre rocas y pastizales, numerosas indicaciones, placas y cruces recordatorias colocados por los isleños que dan cuenta y recuerdan las bajas británicas de 1982.



Otra excursión ofrecida para realizar en otra jornada, ya que también se lleva casi todo el día, es la visita al cementerio Argentino en Darwin. Un capítulo aparte. 

También localizado estratégicamente en medio de la nada, y en el otro extremo de la Isla Soledad, el cementerio está “más allá de todo”.

Al acercarse a él se percibe una energía negativa fuerte (quizás la condición de Veterano de Guerra ayuda o influye mucho en eso), tristeza, desolación, dolor, es lo que se siente mientras se recorre ese lugar.

El cementerio de Darwin es un sitio sin tiempo, sin color; un “hueco” que quedó vacío en el universo.

El silencio sepulcral y el viento incesante de Malvinas parecen amplificarse (si eso fuera posible) en Darwin, y suman a la sensación de angustia y de desolación. Un silencio que atraviesa el alma. 

Las cruces y tumbas van pasando y afloran casi con igual velocidad los recuerdos de los cuerpos y las caras de compañeros que murieron inmerecida, dolorosa y tempranamente en la cerrada oscuridad de la guerra de 1982.

Darwin da cuenta del dolor arrasador de las guerras. La muerte en primera persona. La muerte con nombre y apellido. Las pérdidas y desgracias particulares que aparecen cuando se pasa del plano colectivo “del combate” al plano individual de “la muerte de Carlitos”. 

Ese plano de las personas con historias, con sueños, con proyectos, que quedaron truncados abruptamente en 1982; con familiares que conviven con el dolor de esas ausencias.

Ese plano en el que la gloria, una medalla o el título de héroe no alcanzan seguramente para justificar o paliar el dolor de una madre que perdió a su hijo. 

Darwin es Desolación, Dolor, Desazón, Tristeza.

Luego de Darwin y continuando con el “turismo bélico”, un paso obligado será Pradera del Ganso, un pequeño poblado en el que se puede apreciar un puñado de casas en donde la vida de sus pocos habitantes creo que depende casi exclusivamente de la calidad del wi-fi al que pueda acceder.

Más lejos Bahía Agradable nos recordará otro sitio de combates y pérdida de naves inglesas y nos hará pensar en que quizás sería muy bueno repensar el nombre del lugar (“agradable”). 

Ya de regreso en Puerto Argentino, lo mejor y más aconsejable será ir en busca de unas buenas cervezas (varias) y si aún quedan ganas se podrá visitar el Memorial Wood un pequeño bosque en la ciudad en el que cada árbol representa a un caído británico en la guerra del 82, único sitio en Malvinas donde uno podrá estar rodeado de árboles y arbustos verdes.

martes, 26 de mayo de 2020

25 de Mayo de 1982 -- Primera baja del GADA 601

Un VG compañero en las Islas me hizo acordar que hoy, hace 38 años se producía la primera muerte de un soldado de nuestro grupo (Ricardo Gurrieri del GADA 601) en Malvinas.

A mi me tocó ponerle el nombre a su cruz y fue ese nuestro primer "entierro de guerra".

Que momento de mierda.




Todavía hoy (38 años después) me acuerdo el ruido de las piedras pegando en la bolsa con los restos del cuerpo del flaco adentro del húmedo hoyo ........

Fue el primer "conocido" que se moría, era el primer muerto que "me llegó", el primer "caído" que tenía una familia, un grupo de amigos, una novia, un club al que pertenecía, una carrera por delante, una "historia" atrás
Los otros de los que llegaban noticias eran "números"...... "desconocidos"...... "datos"...... "nombres"........ este chabón era una "persona".

La tristeza, el veneno, la angustia, que me agarré ese día fue tremendo. Lo digo recién ahora, 38 años después.

Esa muerte, ese entierro fue para mi un cambio en la forma de ver y de pensar TODO. 
Un "click" enorme dentro de los tantos clicks que se dieron y que tuve en la guerra.

Era el contacto con el lado duro, con la mierda que son las guerras.....y en esa mierda estábamos todos metidos.

Ese entierro, esa muerte, le sacó de un plumazo todo el "velo de honorabilidad" y la enorme "sarazaza" con la que se habla y se venden las guerras (es decir la sanata con la que se tapa o justifica el mandar gente a morir en ellas).

Y fue una mierda, fue una tremenda cagada, me sentí realmente muy mal. Muy mal.

Me acuerdo que estábamos ahí y no podía entender ese final, ni para el flaco ni para ninguno de nosotros (o sea "los conocidos"), y no podía dejar de pensar en las reacciones de la gente -y en la mía propia- frente a esa muerte y esa "diferenciación" que existe entre "conocidos" y "don nadies". (Como ahora en la pandemia).

Y ahí quedaba al desnudo y en evidencia cruda y pura, que si no son de alguna manera "conocidos" los que se mueren.... no "duelen". 
Se comentan, .... sorprenden ..... se cuentan....... pero "hasta ahi"...... no mueven la aguja, no cambian nuestras rutinas. 

En aquel momento, no podía dejar de pensar que este flaco tenía "una historia" detrás, y una familia a cientos de kilómetros de Malvinas, que ni enterada estaba de la muerte repentina, injusta, traicionera, absurda del flaco, producto de un bombazo que ni siquiera habían tirado en ese momento

Y pensaba y sentía, que los sueños y proyecciones de esta persona para con su vida, y sus recuerdos, y sus relaciones, se iban con él adentro de una bolsa negra en un hoyo húmedo, identificado con una cruz de madera barata con su nombre que yo había escrito con un fibrón un rato antes......y que a eso se reducía todo. 
El mundo seguiría su marcha, y unos pocos notarían tiempo después, la ausencia de Gurrieri.

Y sentía que ese mismo horrible final impersonal, solitario, frío repentino, injusto, traicionero, absurdo .... era algo que nos podía pasar a cualquiera de los que ahí estábamos, en cualquier momento. 

Y no pude nunca dejar de sentir que eso de terminar en una bolsa en un pozo húmedo, reventado en pedazos, lejos de los familiares, de los verdaderos amigos, de los verdaderos afectos, lejos -muy lejos- de los planes que uno tenía trazados para realizar en su vida ..... no debería ser algo fácil de justificar ni por un gobierno, ni por una sociedad.

No me entraba en la cabeza. 
No era un final digno, ni esperado, ni merecido por el flaco (al que de última no conocía tan profundamente) ni por ninguno. No podía haber "algo" que justificase semejante final para una persona. Ni en una guerra.

Y pensé también (fuera de joda) entonces en los muertos del otro bando, y ahí me di cuenta en que tenían que ser igual que los nuestros.

O sea una locura, gente de ambos bandos matando y muriendo como perros, reventados, de ambos lados, ... dejando historias inconclusas, afectos lejanos destrozados, y siendo enterrados (en el mejor de los casos) de ambos lados, en soledad y en condiciones asquerosas, indignas.

La locura de la guerra.
 
Perfectos desconocidos muriendo y matando con el mismo absurdo y abrupto final.

Y fuera de joda, pensaba en ese momento lo horrible que sería estar adentro de esa bolsa y poder sentir el ruido de las piedras pegándote en la bolsa y en el cuerpo............y tratar de entender (desde dentro de la bolsa) de que manera una calle que llevase tu nombre, ..... una medalla, ..... un título de héroe, podría justificar semejante cagada. Imposible.

Feliz 25 de Mayo para todos.......y disculpen !!!!
CCH 25 de mayo de 2020

Un amigo después de la lectura de este relato, me hizo llegar hoy (26/5) una frase de Camus con la que no puedo menos que estar totalmente alineado y de acuerdo: "Hay causas por las que vale la pena morir, pero ninguna por la que valga la pena matar".

domingo, 17 de noviembre de 2019

20 de Noviembre. Malvinas y La Vuelta de Obligado

El 20 de noviembre se conmemora en Argentina el Día de la Soberanía Nacional en recuerdo de la batalla de la Vuelta de Obligado.

Se toma este hito como modelo y ejemplo por la participación decisiva que tuvo la población argentina en esa batalla cuando se vió amenazado el territorio nacional.

Podemos encontrar muchos paralelismos entre la Guerra de Malvinas de 1982 y la Batalla de la Vuelta de Obligado, (por los ingleses, porque perdimos, por la participación de la gente...).


Sin embargo, es notoria la voluntad sobre- todo desde los medios- de no rescatar, o incluso disimular, la decisiva participación que tuvo todo el pueblo argentino en la consecución y en el desarrollo de la Guerra de Malvinas.

Es evidente que se pretende hacer recordar esta guerra como el producto de una desacertada "última jugada" de un presidente de facto un tanto beodo, y no se la liga a un hecho histórico que tuvo el aval, la participación y el apoyo de toda la sociedad. Condenándola así, a la larga, al rechazo y al olvido.

Conozco muchos ex soldados que -como yo- al momento de empuñar un arma en la guerra del 82, lo hicimos porque estábamos convencidos de ser los referentes (o los portadores) del mandato de toda esa multitud que salió a las calles apoyando y vivando la recuperación violenta de Malvinas, movidos por el sentimiento de luchar por lo que es nuestro.
Teníamos detrás el respaldo de toda la sociedad unida por una causa común y nacional (la gente, los medios, los empresarios, los sindicatos, la iglesia, etc.).

En ningún momento usamos las armas pensando en Galtieri.

Por eso, si no asumimos la guerra de Malvinas como el hecho social que realmente fué, no quedará reflejada en la historia como un acontecimiento nacional.

Y si eso pasa, las muertes de Malvinas carecerán del sentido patriótico que realmente tuvieron.

CCH (Noviembre 2011)

domingo, 24 de marzo de 2019

Represores en Malvinas

Carlos Esteban Plá fue "mi mayor" durante la colimba en el año 1981 y también durante la Guerra de Malvinas en el 82. Concretamente fue quien "me cagó la guerra" diciéndome aquel 25 de Mayo, que íbamos a terminar como prisioneros, que nada se podía hacer, que la guerra estaba perdida y que lo único que él quería era volverse y que lo asciendan de grado para retirarse.



Algunos años después me enteré que había sido subjefe de Jefatura de la Policía de San Luis en 1976 cuando era Capitán del Ejército. Allí, dos días después que Pla reconociera que Graciela Fiochetti (estudiante de 21 años de edad) estuvo detenida en un operativo policial en la ciudad de La Toma y en la propia Jefatura de Policía, el cadáver de la joven apareció en las Salinas del Bebedero quemado desde el pecho hasta la frente y sin manos.

Graciela Fiochetti, sufrió torturas en la comisaria de La Toma y en la Jefatura policial de San Luis de la que Pla era responsable. Desde esa jefatura fue trasladada junto a otro joven (Sandro Santana Alcaraz) a un descampado en el que fueron puestos de rodillas, vendados y maniatados. Allí, luego de preguntarles a los gritos si iban a hablar, el Capitán Plá les disparó un tiro en la nuca a cada uno. Plá a modo de disculpa, dijo después que Graciela “estaba muy metida en la subversión".

En 2009 el Tribunal Oral Federal de San Luis condenó a prisión perpetua con inhabilitación absoluta y en cárcel común a Carlos Esteban Plá por delitos de lesa humanidad cometidos en el asesinato de la estudiante Graciela Fiochetti, y las desapariciones y asesinatos de Pedro Valentín Ledezma y Sandro Santana Alcaráz y los tormentos sufridos por Víctor Carlos Fernández.

Desde luego no hay que generalizar, pero no me vengan con que hay milicos que por haber estado en la Guerra de Malvinas merecen respeto.

#NUNCAMAS
#MEMORIA #MALVINAS

sábado, 2 de marzo de 2019

Y se viene otro 2 de Abril....

La guerra es un hecho colectivo que afecta a toda una Nación, y a la que se llega por un interés concreto de un gobierno determinado que busca un rédito o una ganancia específica (de tipo comercial, territorial, política, estratégica o similar) en un momento y escenario político concreto. 
Para obtener ese rédito o ganancia el grupo de personas que integran el gobierno necesita del apoyo colectivo, del consentimiento, de la aprobación de la sociedad que se verá involucrada en esa guerra y acompañará esa decisión. 

Para tener ese aval, ese apoyo, el gobierno utilizará a su favor el sentimiento nacionalista y patriota de la población para alcanzar el objetivo buscado (otras veces se encargará de fomentar y aprovechar los miedos, el fanatismo, el odio creando un enemigo). 
De esa forma la gente permitirá encarar/apoyar la lucha armada, en pos de un "beneficio colectivo" para toda la sociedad.

La "gente común" (esa que se levanta todos los días para ir a trabajar, cortar el pasto, ir al supermercado, labrar la tierra, enviar a sus hijos al colegio, etc.) movida desde "lo colectivo", desde el "bien común", y/o por sentimientos de miedo, odio, o fanatismo, no evaluará a conciencia las consecuencias "individuales" que esa guerra "colectiva" les traerá a muchos de sus integrantes. 
Prevalece en general -no inocentemente- el "beneficio colectivo" por sobre las consecuencias individuales con las que muchos de los miembros de esa sociedad deberán convivir de por vida. Y que desde luego nadie expone -ni aclara- a la hora de fomentar un hecho armado de esas características. 




La mayoría de la "gente común" seguirá con sus vidas y leerá sobre los efectos de la guerra como una estadística (con sus decenas, cientos o miles de muertos "desconocidos", ignotos) y sus resultados en términos de pérdidas y ganancias según sea analizado el bando de los contrincantes
Mayoría de gente común que no tendrá un hijo, un padre, un hermano, un familiar muerto por haber participado en la guerra. "Gente común"  que no deberá convivir luego con las secuelas irreversibles producto de los combates. 
Que verá esa guerra como "historia", ajena, lejana en sus afectos y sentimientos personales. 
Que leerá, hablará y se interesará por la guerra en relación a las acciones de combate, a los aviones y barcos derribados, a los ataques y al número de muertos de un bando y del otro, naturalizando la muerte y la destrucción por no verse afectados de manera directa por las consecuencias de la guerra

Gente que seguirá con su vida  sin grandes cambios, se levantará todos los días para ir a trabajar, cortar el pasto, ir al supermercado, labrar la tierra, enviar a sus hijos al colegio, etc., y seguramente leerán alguna vez algunos nombres desconocidos de los muertos de la guerra en una lápida, en un monumento, en un cenotafio. 

Y habrá también otro grupo más chico "de gente común" -en esa misma sociedad- que después de la guerra también se levantará todos los días para ir a trabajar, cortar el pasto, ir al supermercado, labrar la tierra, criar a sus hijos, etc. Pero que lo hará con un gusto bastante mas amargo, coexistiendo con el dolor, con las ausencias, con las heridas "individuales", concretas y directas, que les dejó la guerra 

Es esa "gente común" que convivirá desde la época de la guerra con un hueco en la mesa familiar, con habitaciones cerradas devenidas en templos, con alguna foto de un pibe/joven vestido de colimba -o de "milico"- como último recuerdo de ese ser querido que ya no está con ellos.

Gente que vivirá y sentirá la guerra como una tragedia, como un hecho desgraciado y fatal, que trajo a sus familias, a sus casas, consecuencias que tienen "nombre y apellido"; ausencias, angustias, dolores y heridas que sangrarán de por vida

Gente que no tiene mucho que celebrar en esas fechas en que la sociedad rememora las guerras, y que merecería de parte del resto de la sociedad, todo el respeto y todo el acompañamiento en su dolor.  

Ese grupo merece que aunque sea una vez -una sola vez-, el resto de la sociedad haga el esfuerzo de ponerse realmente por unos minutos -solo por unos minutos- en su lugar y desde ahí trate de comprender ¿de qué forma un acto en un cuartel militar, un desfile, el título de "héroe" para el caído , una placa, una calle con su nombre, una medalla, un discurso emotivo, .... podrían compensar el dolor, la ausencia, el vacío, de ese hijo, de ese padre, de ese afecto que ya no está por haber muerto en combate? 

Quizás este 2 de abril sea una buena oportunidad para hacerlo, y dejar de hablar de "logros" militares para empezar a hablar seriamente de las consecuencias individuales que tienen las guerras en las personas, en las familias, en el vecino de al lado, y quizás así, tratar de evitarlas/rechazarlas en un futuro en el mismo momento de ser planteadas.  

Porque una guerra no es algo que valga la pena "conmemorar o evocar" salvo que sea para prevenir futuras guerras, y para honrar realmente a los caídos

Al ver a los Veteranos se ve a quienes tuvimos la suerte de volver del frente, pero no se ve a los caídos. 
Habría que tratar de ver a los que no están, y pensar en las familias de los caídos que conviven en la posguerra, con el dolor, las ausencias, las muertes despiadadas, que generan las guerras en las personas de carne y hueso. 

Pensar y ponerse por rato en el lugar de toda en esa " gente común" anónima, que a pesar del dolor y las ausencias se levanta todos los  días para ir a trabajar, cortar el pasto, ir al supermercado, labrar la tierra, y llorar en silencio a sus hijos y familiares que ya no tiene a su lado como consecuencia de la guerra



CCH ex combatiente (Marzo de 1998)