Llegaron a las redes sociales recién en el año 2011 a través de un reportero del Daily Independent irlandés, que intentó indagar y conocer sin mucho éxito la historia del soldado Daniel Sergio Figueroas.
Esperamos que la publicación de las mismas sirva para reconstruir las pequeñas historias de tantos otros soldados desconocidos que lucharon en la guerra del Atlántico Sur.
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Jueves 6 de Mayo de 1982
Vieja, te escribo estas líneas sin saber
si recibiste las cartas anteriores. No tengo noticias de ustedes, espero que
ustedes sí tengan de mí. Por las dudas les cuento que estoy finalmente en
Malvinas, ahora cerca de Monte Longdon, que queda por algún lado de estas
islas, no sé si ya los rebautizaron pero acá se conocen con ese nombre, que encima
no sé bien como se escribe, tampoco tengo en claro si estamos en la Gran Malvina o en la
Soledad.
Viejita, debés estar viendo noticias de
los ataques de los ingleses y seguro estaras sufriendo y puteando a los
milicos, pero quedate tranquila que estoy bien. Esto se dio así, la verdad no
es culpa de nadie. No pudimos hablar mucho cuando me llamaron para la colimba,
las gestiones que hizo el Padre Antonio para hacerme zafar seguramente se
vieron complicadas por todo este kilombo que terminó con que ahora yo esté acá,
y ustedes allá.
Ya sufriste mucho con todo el problema
del Quique, la familia se hizo mierda, el viejo pobre no pudo superarlo, y
ahora encima te vengo yo con todo esto para complicar más la cosa, por eso te
digo, en serio, quedate tranquila que acá estamos bien.
Por favor vieja, acordáte que no estás
sola, nos tenés a Beto (que espero te esté yendo a visitar seguido, mandále un
abrazo a ese turro, le tengo que escribir a él también y a Mariana) y me tenés
a mí, que espero verte pronto. No sufras vieja, yo estoy bien, y en algún lado pensá
que está el Quique.
No voy contarte detalles pesados de todo
esto pero voy a tratar de escribir seguido para que tengas noticias mías. Solo
te cuento por si todavía no recibiste ninguna carta (esta es la tercera que
mando) que después de una corta instrucción como le llaman los milicos en Bahía,
nos llevaron a Gallegos y de ahí vinimos para acá directamente.
Tuvimos una parada de dos días en
Gallegos desde donde escribí la última carta. La verdad que por un lado pienso
en ustedes, en vos y como estarás viviendo todo esto, y quisiera estar allá en
casa, empezando la facultad, o laburando en algo, ayudándote, pero el hecho de
estar acá también me motiva, esto es hacer historia, es ayudar al país, a mi
patria. Es jodido ya lo sé, esto no es joda, pero como dice el Capitán el país nos
pide este esfuerzo, y se lo tenemos que dar, que le vamos a hacer.
Me hice de algunos amigos, acá estamos
todos en la misma y este tipo que mencioné, el Capitán (Castro se llama), me
trató bastante bien en el poco tiempo que llevo en el ejército, incluso en esa
especie de instrucción que nos dieron. Él es de Olavarría, del Barrio San
Lorenzo me dijo, pero estuvo muchos años en Bahía y lo conoce incluso al Padre
Antonio. Hasta dice que se acuerda de la ferretería del viejo, de haber pasado
o incluso alguna vez ido a comprarle algo. Así que si se acuerda de la
ferretería, se acuerda de casa o por lo menos conoce el barrio.
Andá a saber si es cierto, igual por las
dudas no confío mucho en él, en verdad no confío en ninguno. Acá la mayoría de
los soldados viejos coincide en que bastante hijo de puta. Conmigo por ahora no.
Pero pasa que acá te mandás una cagada y te hacen bailar o te estaquean por
cualquier boludez. Creo que algo de razón deben tener porque estamos en guerra
y hay que estar atento a todo, y todos debemos estar concentrados en lo que
debemos hacer y nada mas, nada de boludeces.
Lástima que no nos enseñaran más sobre
Malvinas en la escuela, la verdad no se sabe nada ni de la historia ni sobre lo
que hay acá. ¿Saben que la tierra se usa para calefaccionar?, es tan rica en
minerales o que se yo que tiene, la cosa es que se prende fuego y aguanta un
montón dando calor. La llaman turba y la usamos como leña.
Bueno, quédense tranquilos, yo estoy
bien, espero que Uds también. Saben que los quiero y los extraño (ahora mucho
más). Son lo único que tengo, además de Quique que siempre lo siento conmigo y
ahora, que estoy solo en este baile, más todavía. Todos me dan mucha fuerza.
Un beso grande, espero verlos pronto. Escriban.
Lito.
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Jueves 20 de Mayo de 1982
Acá estamos de nuevo, sin noticias de
ninguno de ustedes, pero yo estoy bien, sigo en las cercanías de Monte Longdon,
dicen que van a venir otras unidades para estos lados, y entre todos vamos a hacer
un frente más grande para recibir y resistir a los ingleses que pueden venir
por aca. Ojala, ya que esto se está poniendo cada vez más serio, a ver si lo
terminamos pronto. Supongo que escucharán las noticias.
Por suerte nos está yendo bien, el
capitán nos cuenta siempre como venimos y le estamos dando una paliza a los
ingleses hijos de puta. Les volteamos un par de aviones, le hundimos unos cuantos
barcos, y ellos nos están tirando con lo que tienen pero desde lejos parece.
Centran los ataques desde los barcos. Esto es así.
Te cuento vieja que me siento una
especie de San Martín defendiendo la Patria así que vayan preparando el
recibimiento y una estatua en la placita, porque después de esto paso por casa
y cruzo a libertar Chile de nuevo !! (es un chiste). Beto supongo que también
leerás esto, cuidá a la vieja sin descuidar la panza de Mariana que espero esté
creciendo en orden ¿Ella sigue dando clases? ¿Ya saben que es? Díganme si voy a
ser tío o tía !! Tengo que saberlo, che.
Les cuento que el otro día estábamos en
un bombardeo y nos dieron cerca, fue impresionante. Quedé paralizado. Es
terrible, la sensación de sentir así la explosión al lado tuyo, te hace pelota los
nervios, te paraliza, es algo tremendo, no se entiende nada. Por suerte nosotros
zafamos, pero uno de los soldados del regimiento que está al lado de nosotros quedó
literalmente hecho mierda, y otro más quedó herido de gravedad y se lo llevaron
al hospital en Puerto Argentino. Nuestras carpas no sirven para nada, ahí justo
cayeron las bombas, menos mal que estábamos en los pozos, mas lejos. Perdimos algunas
cosas, ya que la bomba o las esquirlas no dejaron nada.
Por suerte el Capitán nos dio ánimo y
nos habla de lo que el país nos pide, nos cuenta que todos nos alientan desde
allá y que vamos a volver como héroes. Que esto es la guerra y que no hay que
tener compasión con nadie, que cada uno debe cuidarse y cuidar al que está al
lado, y que el resto no vale. Nos consiguió algunas cosas de abrigo y una carpa
grande donde ahora dormimos siete todos juntos. Podemos decir que nos cuida
bastante. Él también se cuida mucho, parece que la tiene clara. A mi no me
parece que sea tan turro como dicen.
Cada tanto hablamos de Bahía y eso me
hace sentir un poco más cerca de casa. Parece un buen tipo, a veces me da la
impresión de conocerlo de antes, es bastante campechano, acá tenemos que pasar
mucho tiempo juntos y todos dependemos de todos. Pero como buen milico tiene
las suyas, y cuando se pone loco, grita como un trastornado, pero acá no te
podés dar el lujo de analizar mucho las cosas. Hay que estar contento por cada
día que pasa y por estar al otro día defendiendo la patria. La cosa es que los
días van pasando, los ingleses siguen jodiendo. Nosotros también les damos, no
se la van a llevar de arriba y esperamos hacerlos mierda pronto.
Les mando un beso grande a todos, y si
pueden escríbanme, y díganle a los chicos del club que también lo hagan, sería
bueno recibir noticias del barrio y de esa manga de turros. A veces pienso que
hace menos de dos meses estaba boludeando allá en Bahía y ahora estoy en medio
de una guerra. Es una cosa de locos. Bueno por hoy los dejo.
Hasta pronto, los quiero mucho.
Dani.
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Bueno Má, sabrán que las cosas no nos
están yendo ni tan bien ni tan mal como uno quisiera, esto se está poniendo
cada vez mas complicado, pero yo no estoy mal, te lo juro, creéme. Quedate
tranquila, no estoy diciendo esto porque sí, en realidad estamos bien, dentro
de lo que se puede. No todo es como en las películas, ni estas todo el día
tirando tiros.
A esta altura el frío ya no se siente, respecto
a la comida que siempre te preocupó, nos vamos arreglando con lo que tenemos
(como extraño las milanesas con papas fritas, o el asado al horno que me hacías
y que de boludo nomás me quejaba y dejaba algún pedazo en el plato).
Esto parecía algo sencillo pero es una
guerra con todas las letras, los mismos milicos se asombran de lo que está
pasando. Me doy cuenta de lo mucho que los necesito, y los extraño. Y eso también
me da fuerzas para soportar esto y poder estar bien para verlos pronto y
contarles todo esto allá en Bahía.
Por la comida, les cuento que hace dos
días hicieron cagar una oveja y nos la mandamos, casi casi nos la morfábamos
cruda. La cosa es que hay un sargento (que fue el que dirigió la operación para
agarrarla) que la verdad se jugó y le salió un asado genial. Si bien hicieron
el reparto entre ellos primero (los milicos), a los soldados algo nos tocó, y
nos pareció un manjar, no importaba si estaba crudo, cocido o quemado, si era
la oreja o la pata.
Comparado con las raciones de combate eso fue un lujo.
Si bien esto cada vez está mas
complicado, como verán puedo seguir escribiendo (sigo sin noticias de ustedes,
supongo que escriben y sé que el correo debe ser un kilombo) y les repito
(sobre todo para vos viejita): el ánimo es bueno y estoy bien. Parece que le
estamos peleando de igual a igual a los ingleses con lo poco que tenemos,
huevos no vamos a dejar de ponerle, llegaron hasta acá nomás y vienen por más, pero
esperamos hacer que se vayan con las manos vacías (o en cajas o en bolsas). Nos
comentaba el Capitán que atrás de los ingleses está la OTAN y que hasta parece
que los Estados Unidos los están apoyando, o sea que somos indios pero le
complicamos la vida. Ojalá
que Rusia no nos apoye directamente porque entonces (también según lo que nos
dice el Capitán) esto puede terminar en una guerra mundial, pero que Cuba y
Brasil están con nosotros.
Recibimos algunas cartas que manda la
gente del continente, nos dan ánimo, nos mandan chistes, pero esto es jodido y
extraño mucho el saber como están ustedes; vos vieja, vos Beto, Mariana y su
panza, la barra del club (No tengo noticias de Olimpo, ¿están jugando? ¿Cómo
va? ¿”el laucha” sigue haciendo goles? Dicen que el Mundial se hace y que
Argentina vá, es cierto ¿?, aca no sabemos nada). A otros soldados algunas
cartas de sus familias les llegan y algo les cuentas, pero hasta ahora yo no
tuve esa suerte.
Siempre pienso en que si hubiera estado
vivo el viejo, se moría con esto de que yo esté en la guerra, justo él que
odiaba a los milicos. Bueno en realidad con lo que pasó con Quique no lo culpo.
Yo mismo no me perdono no haber podido hacer nada por defenderlo, aunque era
muy pendejo. Ahora siento que aunque tenía doce años algo debí haber hecho. Me
vuelve loco esa idea. Seguro que si era al revés el Quique hubiera saltado por
mí.
La otra vez hablando con el Capitán algo
dije que tenía un hermano desaparecido, y me parece que no le gustó una mierda,
enseguida cambió de tema. Antes me había dicho que él cuando estuvo destinado
en Bahía hace como ocho años trabajó con la policía y que en ese momento era
Teniente o Subteniente. Pero se nota que no le gusta hablar del tema y además, desde
que dije eso, a mi me parece que el trato ya no es el mismo. Los otros soldados
me dicen que no que soy yo, y que él es así de hijo de puta con todos como
siempre. La verdad que si estuvo en la policía quería tirarle el dato porque a
lo mejor él conoce a alguien que nos pueda averiguar algo, pero no me animé a
seguir hablando del tema.
Vieja espero, y realmente necesito, que
estés bien para cuando vuelva, así que no te me deprimas yo estoy bien, entero,
con ánimo. Vos tenés que estar bien también para cuando vuelva hacemos una linda
joda en Bahía. Siempre dice el Capitán Castro que aunque mucho uno no crea, es
bueno ir a la iglesia y hablando el otro día de casa, me dijo que vayan a hablar
con el Padre Antonio, que es un buen tipo. Te dije que lo conocía; dice que es
bueno para dar ánimo y para hablar de estos temas, que ayuda mucho a la gente,
que él tiene contactos con los milicos y que pasó también por momentos jodidos
(andá a saber que le pasó). A nosotros me olvidé de contarles, antes de cruzar
para acá nos bendijeron los “fales”, una cosa de locos, no ¿?
Con el Capitán hay otro subteniente que me
parece que en realidad es bastante cagón, que se ampara en el uniforme pero que
esto de la guerra le dá bastante miedo y lo tiene bastante alterado. Grita como
loco todo el día, el capitán lo jode y nos dice que no le demos mucha bola.
Esperamos un pronto desenlace para que
esto y que no se estire mucho más. Sabrán que está muriendo gente, mas del lado
de ellos que del nuestro según nos dicen. No sabemos cuál será el final, pero igual
le estamos poniendo huevos, garra, y no vamos a bajar los brazos. Ingleses de
mierda que se vuelvan a su isla, y que nos dejen de joder de una vez en las
nuestras.
Los quiero de verdad, espero verlos muy
pronto, se extrañan. Viejita, te envío un beso enorme, y vos Beto, jugate y
escribite unas líneas.
Daniel
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Miércoles 2 de Junio de 1982
Vieja, Beto, Mariana, y todos, esto está
bastante feo, nos vienen cagando a palos, las noticias que llegan son una
mierda pues parece que de ambos lados hay muchos muertos y heridos. No sé que
dirá la tele allá, acá las noticias vienen de partes oficiales y si bien nos
dan ganando, la cosa se pone brava.
Escribo estas líneas que tuve que
interrumpir varias veces, (menos mal que no le pongo fecha a la carta hasta que
la mando) para decirles que a pesar de todo estoy bien. Ahora estoy de nuevo en
otro de los tantos descansos que nos dan los ingleses entre ataque y ataque,
que son cada vez más seguidos y cada vez más potentes.
Tenemos bastantes municiones y nos replegamos
un poco hacia atrás de una especie de colina porque recibimos fuego enemigo y
parece que seremos la barrera hacia su avance sobre Puerto Argentino. Sufrimos
algunas bajas, dos soldados de los que me había hecho amigo murieron ayer, cosa
que me hizo literalmente pelota. Tenemos apoyo de diversos regimientos,
formamos una fuerza común para defender las posiciones, porque la cosa está
pesada, pero así y todo el panorama es duro pero no para desesperar.
Todavía estoy bien, como verán cada vez
que puedo escribo un poco, hasta ahora no recibí ninguna carta de ustedes, pero
espero que ustedes sí hayan recibido las mías anteriores. Los extraño mucho y
si bien que sé que estamos haciendo lo correcto, y que el país necesita de
nuestro esfuerzo, les juro que hay muchas veces que me agarran unas ganas bárbaras
de estar allá en el barrio. Pero acá estoy, y voy a poner lo mejor de mí en
esta causa.
Les voy a contar algo que me pasó el
otro día y que me hizo demorar el envío de esta carta. Resulta que la otra noche
estábamos todos medio locos entre bombas y tiros varios que nos daban los
ingleses todo el santo día, y no sé si fue la falta de sueño, el clima y demás
yerbas, la cosa es que uno de los soldados que está acá con nosotros (que es
del 8 de Infantería) en un momento de pánico o de locura, salió corriendo del
pozo y disparando al aire, y en verdad armó un despelote bárbaro porque se
llevó por delante a un Cabo y hasta nos puso en peligro a los otros cuatro que
estábamos defendiéndonos en ese momento por ir a buscarlo. La cosa es que el
Capitán Castro se puso como loco y supongo que para dar el ejemplo y evitar que
se repitan estas cosas, o porque a él también le dio miedo y lo sorprendió la
acción de Lombardo (así se llama el soldado) la cuestión es que se sacó, se
puso como loco, poseído, y se abalanzó sobre el cuerpo caído del pobre pibe. Y
ahí, casi desencajado, le gritó con todo el odio y el desprecio que pienso puede
ser capaz de reflejar una persona: “Levantáte marica” hizo un espacio
“Levantáte y peleá maricón…. cagón….. puto”.
Así, tal cual, las mismas palabras, y en
el mismo orden, y con los mismos espacios, y con bastantes parecidas patadas en
el estómago y en la espalda mientras las decía que cuando se lo llevaron a
Quique de casa. Me quedé helado. Fue volver a vivir el mismo terror paralizante
que sentí aquella vez cuando quedé encerrado en el lavadero hace más de seis
años.
Se le fueron varios encima a Castro para
pararlo porque parecía que lo mataba ahí mismo; por suerte no pasó nada, yo me
quedé sin saber que hacer. Fue una cosa muy fuerte para mí, dentro de otra cosa
terrible como era el bombardeo en ese momento y dentro del recuerdo de aquel
día.
Aquella vez cuando se llevaban a Quique,
ya se los conté varias veces a ustedes y al psicólogo, estaba paralizado de
miedo, sentía que quería llorar y gritar, golpear a aquel milico que le estaba
pegando a mi hermano, y que no pude, no pude hacer nada. Ahora fue distinto, no
quería llorar, solo me paralicé, la mente se me puso en blanco, (o en negro) y parecía
que estaba en un pozo muy, muy hondo totalmente oscuro y en el que no podía ver
nada. Sentía que mis ojos estaban abiertos pero no puedo decir que veía algo, solo
escuchaba, retumbando, lejanas, cercanas, las palabras, los gritos de Castro , como en cámara lenta.
Desaparecieron las bombas, los gritos, los disparos, por un instante todo era
“Levantáte marica” por un instante sentí como que me estaba muriendo,
“Levantáte y peleá, maricón…” y ahí sentí deseos de matar a Castro, “…cagón,
….puto.”, por un momento creí que podía salvar a Lombardo, creí que podía salvar
a Quique. Todo muy raro, todo en un instante, pero un instante en el que
resurgió algo que pensé que a lo largo de estos años tenía superado. La
angustia fue enorme, me quemó la cabeza, me hizo revivir uno de los peores
momentos de mi vida (el otro fue cuando pasó lo del viejo).
Bueno la cosa es que quería compartirlo
con alguien porque no desde ese día no me siento como antes, y quiero poner mi
cabeza en orden, solo quiero pensar en los ingleses de mierda que nos tiran con
todo lo que tienen. Perdonen por revivir esto de nuevo, perdón viejita, pero
desde ese momento estoy bastante confundido. Esto que les cuento pasó el domingo
y no sé si pasó o me lo imaginé, lo hablé con otro soldado y la verdad que él
no le dio bola a lo que se dijo, solo quería separar a Lombardo para que dejen
de pegarle.
Aún estoy confundido, sé que la patria
me pide estar concentrado en su defensa, no me puedo dar el lujo de pensar en
otra cosa, que es lo que el Capitán nos repite siempre. Los voy a dejar por hoy,
les mando besos y saludos a todos.
Hasta pronto, espero recibir algunas
líneas de ustedes.
Lito.
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Martes 8 de Junio de 1982
Familia, ¿Cómo están allá, tan lejos de
estas tierras patrias? Ojala pudiera utilizar un teléfono para llamar y hablar
un rato con ustedes. Esto de la guerra me tiene bastante podrido, yo estoy bien
de salud y cabeza. No la estamos pasando de arriba, pero hay otros que están
mucho peor, así que no me quejo. Escribo pero no sé si algo les llegará porque
sigo sin recibir nada de ustedes.
Parece que les hundimos un par de barcos
mas y seguimos derribándoles aviones casi todos los días, pero estos hijos de
puta siguen con la idea fija. Parece mentira, están tan lejos de su país (claro
que para ellos esto también es su país) y sin embargo sacan aviones de
cualquier lado, se vinieron con todo. Que la OTAN, que Estados Unidos, que
Chile, acá llegan versiones que parece que los apoya medio mundo, ¿y a nosotros?,
¿hay alguien con nosotros? Cuba nos mandó algo ¿? El Capitán nos dijo que Rusia
nos apoya a través de Cuba Y que parece que Perú también ¿es cierto eso?.
Me acuerdo cuando hace apenas unas semanas,
unos días, el propio Capitán y hasta el Teniente Coronel decían que los Ingleses
venían para hacer circo, que no iban a desembarcar, que seguro no iban a combatir, que iban a dejar
todo en manos de la ONU. Ahora
suena como cosa de boludos, ¿no?. También dicen que esto no puede durar mucho
salvo que se “continentalice” la guerra o que incluso se puede armar una
tercera mundial si Rusia manda misiles ¿se habla de esto allá? Esto es un ir y
venir de versiones y bolas interminables, algunas muy locas pero acá no se
descarta nada. También dicen que en una de esas Chile se prende y nos ataca y
toma la Patagonia.
Sería lo máximo.
Pero bueno, sigo entero, incluso estoy
un poco mas en forma, se nota que bajé unos kilos porque el cinturón cada vez
parece más grande, así que cuando vuelva a Bahía voy a patentar la dieta Malvinas Argentinas
y nos hacemos unos mangos. El otro día salió el sol y parece que hasta los
ingleses se tomaron un respiro. Igual siempre bombardean de noche para no
dejarnos descansar, según nos dice el capitán esto es normal en una guerra. Quisiera
saber que les tiramos nosotros a sus barcos. Igual quien puede descansar en
estas condiciones ¿no?
Vieja Dios quiera que estés tranquila, por
favor no te des manija, no te preocupes, te escribo cada tanto para que veas
que estoy bien, ojala te estén llegando las cartas. Desde acá parece que salen
e incluso a algunos muchachos le llegaron algunas encomiendas. A veces no sé
que contarles ya que esto es bastante monótono, pero el hecho de escribirles y
contarles algo me acerca un poco a Uds y me dá mas ánimo y más ganas de volver
a verlos. La panza de Mariana ¿cómo anda? Beto ¿te das algunas vueltas por
casa? ¿Olimpo ganó algún partido?. ¿Hay alguna novedad de los muchachos?.
Anteayer estuve mucho tiempo hablando
con Castro, el capitán, por lo de Quique. Me animé y le conté cómo se hizo
mierda la familia, y de lo que sufrimos todos por no saber que había pasado con
él. Me contó que en realidad mucha gente no lo sabe, pero que también hubo una
guerra interna, que hubo mucha gente, estudiantes como Quique incluso, que se
dejaron influenciar por mala gente, políticos, sindicalistas, que los
convencieron de poner bombas y que atentaban contra la Argentina. Que
ellos querían destruir al país, que eran terroristas a los que no les importa
matar inocentes, o comunistas que solo pensaban en destruir la sociedad. Se ve que
el tema lo incomoda, pero la verdad es que conmigo habló bien y el otro día se
aflojó.
También me contó que a muchos los
pusieron presos, y a otros les dieron un tratamiento, que les hicieron como una
reconversión, para abrirles los ojos y que vean lo que estaban haciendo. Que
luego para protegerlos los llevaron incluso a otras provincias y que hay muchos
también que fueron llevados al exterior.
También me dijo que hubo (y hay) grupos de terroristas que se disfrazan
de militares o de policías y salen a matar gente para que los culpen a ellos. La
verdad yo desconocía todo esto,. ¿Ustedes sabían algo de esto? Yo era mas chico
y la verdad después de lo de papá no se habló mucho mas del tema en casa.
La cosa que justo acá me vengo a enterar
de todo este lío. Si fue por algo así, con Quique o se confundieron de persona
o este tipo está hablando boludeces porque Quique que yo sepa no andaba en
cosas raras, y menos en joderle la vida a alguien. Si bien no era un traga, de
güacho no tenía nada.
Bueno, querida familia, muy larga la
carta, así que hasta pronto, los quiero mucho y espero verlos dentro de muy, muy
poco. Besos.
Daniel.
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Hola familia, acá yo de nuevo desde las
Islas, reportándose el soldado Daniel Sergio Figueroas. Les cuento que
nos trasladaron mas cerca de la ciudad, a un lugar llamado Moody Brook o algo
así. La cosa está bastante complicada para ambos bandos, los ingleses siguen
avanzando, pero acá les seguimos resistiendo. En este nuevo sitio, tampoco se
está tranquilo pero de eso se trata la guerra.
Como verán tengo papel y birome, ganas y
posibilidad de escribirles, lo cual es un buen síntoma. Tengo ganas (muchas
ganas) de hablar con ustedes y sobre todo de verlos, el ánimo anda mejor, mucho
mejor, hoy me siento bien, con energía, y esperando ver que desenlace tiene
todo esto. No sé si esta carta llegará a destino (supongo que no) porque dudo que el correo siga
funcionando pero eso no impide que lo intente. Acá aprendimos a intentarlo
todo, sea como sea. Acá nada es imposible.
Después
que mandé la carta anterior ese mismo día, por la noche, otra vez tuvimos un
episodio con el Capitán Castro y con un soldado que no aguantó la presión y le
agarró un ataque de pánico que lo hizo llorar y gritar como loco. Pobre flaco,
la situación es extrema y hay que andar con los nervios de acero. Y otra vez lo mismo, el Capitán sacado,
agrediendo con el mismo verso y agarrando a patadas al soldado.
Pero esta vez fue distinto para mí, no
tuve miedo, ni me paralicé, ni tuve ese sentimiento de caída libre. Esta vez pude
estar tranquilo. Ustedes perdonen que yo saque toda esta mierda afuera o que
les haga recordar cosas de Quique, pero con alguien lo tengo que hablar y son
los únicos con quien puedo hacerlo, aunque sea a la distancia y con papel. Y la
verdad ya no sé si habrá oportunidad de contarles personalmente estas cosas,
porque está acá se puso feo.
Esta vez estuve tranquilo, y solo
pensaba en ayudar al soldado. Y así, con la cabeza fría y tomando distancia del
hecho, viendo todo como desde unos metros mas lejos, entre las sombras de la
noche y entre los resplandores de las bombas y los disparos, recordé
perfectamente como era aquel hijo de mil putas que se llevaba de casa a Quique entre insultos,
patadas y golpes. Y me imaginé al Capitán hace unos años con alguna diferencia
de peso y sin el bigote que usa ahora, sin este uniforme y me dí cuenta que la
coincidencia en las palabras que usa, o la coincidencia en las patadas que
pega, no proviene de un procedimiento estudiado, sino que coinciden a pesar de
los años porque se trata de la misma persona. Fue el Capitán Roque Castro
Barreiro quien se llevó a Quique de casa. No tengo ahora ninguna duda. Por eso
la sonrisa socarrona con que me contaba las cosas de los terroristas, en verdad
me estaba gastando. Tremendo hijo de putas.
Les escribo porque esto me quemaba
dentro mío y no sabía que hacer. Sé que la patria ahora me reclama, me necesita
para otra cosa mucho más importante. Que la recuperación de las Malvinas está
por encima de todo, y que tengo que dar todo por esta causa. Sé que no debo
dejarme llevar por cuestiones personales en este momento, son momentos
difíciles en los que hay que demostrar lo que uno vale (como decía el viejo,
pobre viejo).
Desde ya les pido perdón por la
decisión, no sé que pensarán ustedes, pero ahora Malvinas en mí lo puede todo.
Siento que tengo que hacer lo que el país me pide, aquello que lo mejore, que
lo que me toca hacer acá es para bien de todos, para bien de ustedes, para el
país entero.
Saber esto de Castro me volvió loco y me
dió un poco de miedo porque estos tipos no tienen reparos. Quiero que cuando
termine todo esto, lo tipos como él sean llevados a la justicia y que digan allí
lo que pasó, que aclaren donde están los desaparecidos, que hicieron con ellos,
y quizás podamos dar con Quique.
Ahora me tengo que concentrar en la
guerra, en terminar esto de la mejor forma, en focalizarme en abatir a cuanto
inglés se me ponga delante. No me faltaron las ganas de partirle el fusil en la
cabeza a Castro, y vengar a Quique pero me serené y dije que eso me mandaría a
la cárcel a mí y solo empeoraría las cosas.
Perdonáme Vieja por tener dudas sobre
como actuar, estoy muy confundido. El
fin de la guerra supongo está cerca, no sé como va a terminar y por eso escribo
esperando que esta carta les llegue. En una de ésas llego antes yo que la carta,
o nunca llegamos ni la carta ni yo. No sé.
Hoy es jueves por la noche, la carta la
empecé ayer y creo que mañana la despacho, no sé tampoco si todavía anda el
correo. Las tachaduras son por falta de papel, y por lo dicho recién les cuento
que anoche finalmente se me aclararon algunas cosas, y que tuvimos el combate mas
duro desde que empezó la guerra, por eso hoy estoy más seguro que nunca que la
decisión de hacer lo que Malvinas me pide es la correcta. Lo siento
así y es lo único que ahora me importa. Todo sea por un país mejor.
Argentina me llamó para defenderla y ahora
no puedo estar pensando en otra cosa que en Malvinas, por eso anoche Viejita,
Beto, Mariana, tomé la decisión de hacer lo correcto, de jugarme entero por el
país y dejar mi mente concentrada en una sola cosa: Malvinas y la Patria.
Les pido perdón por esta decisión, pero
lo que hice fue para evitar que nos gane de mano un inglés, no podía dejarles a
ellos ese privilegio.
No podía permitir que un inglés sea
quien al final mejore nuestra sociedad haciéndola más justa, sacándonos las lacras. Nuestras cosas
las solucionamos en casa, entre nosotros.
En algún lugar, Quique debe estar ahora contento
y orgulloso de su hermano. Cuando sacamos el cuerpo de Castro del pozo, le encontré en el
bolsillo de la campera tres cartas mías que les había escrito semanas atrás, y dos de las que
ustedes me escribieron y que nunca me dió. Me las llevo conmigo para dárselas personalmente
cuando esto termine o espero alguien las encuentre en mis bolsillos si me toca caer y se las
lleve a ustedes.
Los quiero mucho, les mando un beso
grande y espero podamos vernos en poco tiempo.
Lito.
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CCH 2007
Impresionante historia. Es cierto yo hice la colimba y los oficiales eran una mierda,
ResponderEliminarImpresionante historia. Es cierto yo hice la colimba y los oficiales eran una basura.
ResponderEliminarImpresionante historia, yo también fui soldado y se como son y lo que son los oficiales alli adentro,a pesar de eso exelente blog y felicitaciones y fuerzas un gran abrazo
ResponderEliminarGracias por tu comentario Nicolás !!!
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